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Frente al espejo. Mitos y realidades del Negocio Familiar.

Al hablar de empresas familiares en México, lo primero que pasa por la mente es creer que todas son iguales. Es común catalogarlas sin conocerlas realmente. Y más aún, pensar que todas pertenecen al sector de pequeñas o medianas empresas.


Sin embargo, la realidad es otra. En el mundo, en especial en Latinoamérica, las empresas familiares representan el mayor porcentaje de fuentes de trabajo. Incluso los negocios familiares que comenzaron como una pequeña célula, hoy se han convertido en grandes corporativos con influencia en el ámbito internacional.


Frente al espejo, la realidad del negocio familiar puede ser visto desde dos ópticas distintas. La primera visión agrupa mitos que pueden crearse en el interior de la familia que participará en el negocio. La segunda, los mitos creados en todas aquellas personas que no pertenecen a la familia.


Identifica cuáles de estos mitos existen en tu negocio de familia o la empresa en donde trabajas.


Mitos y genes.

Los integrantes de la familia fundadora tienen la idea de que las cosas serán sencillas en su negocio. Por lo general desconocen las grandes exigencias y enormes retos a los que se enfrentan al crear, colaborar, convivir y dirigir una empresa familiar. Por eso, es imprescindible entender las prácticas que se deben realizar para lograr una continuidad exitosa a través de las generaciones. Un estudio realizado por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), revela 12 mitos desde la perspectiva interna de un negocio familiar.


  1. “Ahora que estamos trabajando juntos, nos llevaremos mejor”.

  2. “La empresa familiar es una oportunidad para emplear a toda la familia”.

  3. “Se pueden mantener separados los asuntos de la empresa y los asuntos de la familia.

  4. “No me importa lo que los otros miembros de la familia piensen!.

  5. “La empresa familiar siempre es un lugar con un ambiente cálido, amigable y seguro!.

  6. “No debes decir te quiero mucho en el trabajo”.

  7. “No te quedes con nada, yo acepto la crítica”.

  8. “No me importa lo que le pase a la empresa sólo quiero que mis hijos sean felices”.

  9. “Me retiraré en unos meses”.

  10. “Tengo que trabajar aquí, no tengo otra alternativa”.

  11. “¿Lo quieres por escrito? entonces no me quieres”.

  12. “Trato especial”.


Falsas creencias.

En el segundo caso sobre los mitos alrededor de un negocio familiar, están aquellos que subsisten en el personal que no pertenece a la familia o personas ajenas al círculo consanguíneo. Estas ideas no suelen tener fundamento y se convierten en falsas creencias que pueden afectar a la empresa y a los integrantes de la misma. Entre éstas figuran:

  1. Las empresas familiares no pueden ser de gran trascendencia. Generalmente son negocios pequeños y medianos.

  2. Existen muchos problemas en este tipo de empresas y es imposible crecer en ellas si no eres parte de la familia.

  3. Los diferentes miembros de la familia tienen la autoridad suficiente para tratar mal a los colaboradores de la empresa.

  4. Es imposible que la familia se ponga de acuerdo para definir el rumbo de la organización y para la toma de decisiones.

  5. Son empresas desorganizadas y muy problemáticas.


Rompiendo mitos

La realidad es que no es fácil pertenecer a una empresa familiar y lograr su continuidad exitosa. Sin embargo, este tipo de empresas tienen gran potencial y muchas más ventajas que desventajas. Para eso es indispensable hacer caso a todas aquellas prácticas que permitan su crecimiento y consolidación eficiente. Para muestra, muchos de los consorcios que hoy mueven al mundo iniciaron como una pequeña célula integrada por miembros de una misma familia.



Wal-Mart Stores Inc. Sam y James Walton se adentraron al mundo del autoservicio en 1950 con la tienda Walton’s 5-10 en Bentonville, Arkansas. Su principio comercial era que el cliente siempre tiene la razón, noción que compartían con sus respectivas esposas. los Walton se convirtieron en dos décadas en un controvertido pilar de los negocios al menudeo, con bajos costos y altos volúmenes.



Toyota. Antes de ser la multinacional japonesa que destronó a las grandes armadoras de Detroit, Toyota comenzó su largo trayecto en 1933. Los fabricantes de motores Toyoda Automatic Loom, a cargo de Kiichiro Toyoda y sus hijos, crearon una división para máquinas automovilísticas. En 1935 produjeron su primer modelo, un camión de carga.



Ford Motor Co. Icono de la revolución industrial en América, la armadora comenzó a diseñar máquinas bajo la sombra de Henry Ford, su fundador. Su hijo Edsel Ford siguió sus pasos, mejorando diseños y creando una agresiva línea de producción enfocada en los bajos costos. A la muerte de Henry, algunos familiares cercanos quisieron tomar parte del negocio, pero una sana decisión del Consejo de Accionistas pudo crear un ambiente de comunicación y acuerdos.



Organización Ramírez. Esencialmente de provincia, siempre en Morelia, la familia Ramírez ha logrado construir un imperio del entretenimiento cinematográfico. Es la más grande empresa de cines en Latinoamérica. Todo comenzó en 1947, cuando el empresario Enrique Ramírez Miguel inauguró el Cine Morelos en la capital michoacana. Al paso del tiempo, sus hijos han administrado el negocio.



Grupo Bimbo. En 1945 abre sus puertas la primera fábrica de este enorme corporativo mexicano en el Distrito Federal. Las familias de los fundadores Lorenzo y Roberto Servitje, así como Jarme Jorba, fueron las responsables de que hoy Bombo tenga más de cinco mil productos en el mercado bajo 150 marcas.



José Cuervo. A mediados del siglo XVIII, José Antonio Cuervo recibe una enorme extensión de tierra cerca de la capital jalisciense, entonces parte del llamado Reino de la Nueva España. Su hijo, José María Guadalupe, construye la primera destilería de la zona. En 1873 comienza la exportación de tequila a Estados Unidos. Desde entonces, sucesivas generaciones de los Cuervo han administrado la empresa. Al morir José Cuervo Labastida, su esposa Ana González Rubio dirige la fábrica, que posteriormente hereda a sus sobrinas Virginia y Guadalupe Gallardo. Posteriormente Juan Beckman Gallardo y su familia se hacen cargo de la firma.


Si quieres conocer más acerca de otros mitos y realidades en la empresa familiar, te invitamos a participar en nuestro Seminario de Institucionalización de Empresas Familiares.

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